Esta tercia de La Rambla, también conocida como Casa de Los Diezmos, data su fecha de construcción alrededor del siglo XVIII, ya que no se sabe exactamente la fecha de su levantamiento. Se dice que fue visitada por Miguel de Cervantes pudo haber visitado este lugar en el año 1587. Tras perder su uso originario pasó a uso particular y desde entonces el edificio fue adaptado para su uso como vivienda de alguna de las familias más acomodadas de La Rambla. Hay que tener en cuenta que la calle Labradores tiene algunas de las casas más importantes de La Rambla, no es extraño, por tanto, que la antigua tercia recayera en manos de alguno de estos señores, los cuales fundamentaban su prosperidad en la tenencia de tierras y su explotación, por lo cual el antiguo edificio seguiría manteniendo algunas de sus dependencias útiles para los nuevos fines, como el de almacenamiento de productos agrícolas (vino y aceite en el semisótano), y para los de la matanza o depósito de grano emplearían los secaderos de arriba, con el fin de mantenerlos alejados de la humedad y contar con buena ventilación.
Aunque no se conoce la fecha de reforma de la fachada, las artísticas rejas que se colocaron en las ventanas de la planta noble, de estética modernista, permiten apuntar su datación a comienzos del XX. Sin embargo, el patio donde entraban los animales con la carga se conserva. Tras el arco rebajado y el portón se accede a un vestíbulo amplio con solería de ladrillo, puestos de plano y unidos por sus cabezas, y cubierto con techo raso. En eje con el arco se halla otro arco de medio punto, realizado con ladrillos, que apea sobre jambas del mismo material, produciéndose un estrechamiento por encima de la línea de imposta, de manera que la luz del arco es menor que la anchura entre las jambas, efecto quizá buscado porque sería más necesaria la amplitud a esa altura de las jambas que no por la parte alta.
A través de este arco se accede al patio, todo él encalado, adornado con macetas, plantas trepadoras, grandes lebrillos y esterones de esparto. La solería cambia a una de bolos dispuestos regularmente, aunque está algo deteriorada. Sobre la parte central del patio se sitúa, a modo de paso elevado, una terraza soportada por vigas dispuestas transversalmente al eje del patio y con barandilla de hierro. A la derecha se conserva una tradicional galería constituida por pies derechos de madera con zapatas que crean un soportal estrecho con rollizos. Los pies derechos cuentan con basas pétreas sobre plintos cuadrangulares. Al fondo del patio se ubica otro gran arco de ladrillo de medio punto que abarca toda la crujía y da paso a otra dependencia.
Fuentes consultadas y alumnos implicados
- Base de datos de patrimonio inmueble de Andalucia
- Fotografías de María de los Ángeles Jordano Barbudo
- Revisado por Antonio Jiménez (curso 2015/2016)
- Artículo original por Alfonso Cañete Gálvez (curso 2014/2015)